EL OLIMPIA

Veintidós de diciembre de mil novecientos noventa y seis.

La geografía histórica recuerda la ciudad de Grecia, en la Elida, conquistando renombre por los juegos olímpicos que en ella se celebraban periódicamente. La mitología dice de la fuente cercana al monte Olimpo, donde luchaban titanes y dioses. La historia nos lleva hacia la antigüedad en la que se competía deportivamente.

Llega el gran día, por la noche tiene que compartir el momento como una de las 120 mejores deportistas del país, desde los l7 años y durante tres consecutivos ha merecido ser ternada en su especialidad.

El cuerpo casi perfecto por no exagerar en el metro setenta y cinco de estatura física, músculo sin perder la figura de mujer, resultado en síntesis de la diaria preparación a la que se dedica sin abandono a la pereza o al cansancio. Pelirroja sin pecas, tez blanca acariciada por el sol al que le rinde paciencia día tras día, sonrisa de dientes cuidados para iluminar un rostro con picardía. Los ojos a veces grises y a veces verdes, siempre celestes transparentan su alma.

Hoy es lunes, anochece, enmarca los ojos en el rimel, algo de rubor en los pómulos para resaltar el dorado de la piel y un rouge mas de brillo que de color, el cabello lacio apenas ondulado en las puntas, una pulserita recibida como regalo, el vestido negro con transparencia marcando la cintura y sin mangas, para mostrar los hombros final o comienzo de una figura erguida, sensual, espléndido resumen de niña-adolescente-mujer.

Atractiva con espontaneidad, sexy sin intención, tan bella que no puede pasar desapercibida, y ya aprendiendo a disfrutar el descubrirse y ser descubierta, disfruta los piropos y posa jugando en cada foto para el recuerdo de su gran día.

Todo el año ha sido un recorrido de triunfos y éxitos compartidos, aquí, recorriendo el país, conociendo más allá de la frontera. Los recortes periodísticos prolijamente recogidos para el recuerdo, la muestran tal como es, «.......... acaso la mejor jugadora del campeonato», «........... fue una verdadera pesadilla para las competidoras», «.......... se soltaba y embocaba desde cualquier sector».

Llega un poco después de la hora fijada y las miradas se acercan a ella en su presencia de mujer, una deportista más entre los 120 elegidos cuidadosamente. Los ternados son reporteados entre el nerviosismo de las expectativas y las esperanzas de la elección final. Dialoga feliz con sus acompañantes invitadas expresamente por compartir la verdadera amistad. Se acerca la hora del comienzo para disfrutar con sus pares, el final del año. Titanes y Dioses............ y cual Atenea, espera con sus atributos de inteligencia y sabiduría, pudiendo mostrar con la humildad sin vanidad que la caracteriza que, es mas aun de lo que puede ella misma saberlo.

Al rotar la cintura, el tronco se mueve hacia el lado donde el brazo en un semicírculo perfecto se acomoda, para lanzar la pelota y embocar, cualquiera sea la distancia en donde esté, la celeridad que ejercita le permite recibir, tirar, trasladarse y  volver a encontrar esa pelota, en el lugar exacto, en el juego preparado hábilmente, en el ¡GOOOOOOOL! gritado como compañía desde que comienza el trayecto hasta que cae en el aro estallando en un aplauso. Muchas veces no es difícil comprobar el fastidio de una o dos jugadoras del equipo contrario que, marcándola con esfuerzo no pueden eximirse de la imposibilidad de evitar su juego.

¿Cómo prever sus movimientos?. ¿Cómo intuir el lugar hacia donde va a dirigirse?. ¿Cómo evitar ese tiro hacia atrás flexibilizando todo el cuerpo cual látigo finalizado en otro gol?. ¿Cómo superarla si se supera a sí misma sin interrupción?.

Entre aplausos, gritos de admiración, su nombre y el ¡GOOOOOOOL! que escapa de cada garganta, el marcador amplía las distancias entre el local y el visitante, mientras el tiempo se agota acercándose sin condiciones hasta el nuevo y reiterado triunfo deportivo, donde, con luz propia, brilla mas en razón del equipo al que pertenece que en razón de ella misma, así lo ha decidido…..

Como en los Campos Eliseos, los Titanes y los Dioses comparten el espacio y el clima, una  exacta mezcla de aceptación y decepción en donde Seus o Júpiter se confunde con Ares o Marte y Afrodita o Venus. Todo se dibuja en odio y amor ante la presencia de águilas, cetros y rayos, cascos y lanzas, palomas...........

Conoce el resultado antes de lo previsto y en el acto del espectáculo, con el mismo esfuerzo del juego aprende a compartir el lugar de los Dioses cuando los Titanes se anteponen. Siente muy adentro la herida que suele producir la injusticia, pero obtiene la suficiente fuerza para dejarla sola con la realidad que le roba su esperanza. Hacia la salida para no compartir con quien no lo merece, siente estar acompañada merecidamente por el «yo no estoy de acuerdo con esa elección......», «ha sido una tremenda injusticia..........», «sos muy joven y tenes por delante muchísimas oportunidades..........», «para ella es esta su última oportunidad..........», «impresiona tu altura moral...........», «demostraste ser una magnífica persona...........», «SOS UNA ¡DIOSA!».

Silbidos de no aprobación empañan el brillo del premio material, movimientos de cabeza en negativa muestran sin disimulo el disconformismo y la decepción por lo ya resuelto, el festejo de los adeptos no logra ser mayor a la sorpresa de los decepcionados, resulta difícil aceptar que la distancia existe entre los que deben merecer porque ya terminan y los que deben esperar porque recién empiezan..........

En el regreso y en el reencuentro recibe sin negarse al abrazo del afecto para compartir y relatar la experiencia, las anécdotas, el reconocimiento espontáneo, los mensajes telefónicos, las tarjetas de saludo, y una catarata transparente de sentimientos y pensamientos en coincidencia. La medalla con su nombre ocupa el lugar entre los tantos de las tantas recibidas desde que empezó el camino, seleccionado por ella misma y a su manera. Y una esperanza se instala en la propia estatuilla para esperar en el Monte Olimpo...... de los Campos Eliseos, que el fuego de la tierra ilumine el camino de la paloma en su nuevo y renovado trayecto hacia el triunfo de los Dioses....., tal vez el próximo año......

Veintiuno de diciembre de mil novecientos noventa y siete, los Dioses festejan el triunfo de la justicia ante los Titanes...........

PUBLICADO EN INTERNET POR LA RED DE MUJERES EMPRENDEDORAS.

BOLETÍN VIRTUAL Nº 43/2001.